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Escrito por Beatrice Adler-Bolton y Artie, veteranos activistas por la justicia de la discapacidad y la atención sanitaria, Comunismo de la salud examina en primer lugar cómo el capital ha instrumentalizado la salud, la discapacidad, la locura y la enfermedad para crear una clase considerada "desechable", es decir, una carga fiscal y social.
Demarcar a los sanos de los excedentes, a los trabajadores de los "no aptos" para trabajar, argumentan los autores, no sólo sirve para socavar la solidaridad, sino para marcar a poblaciones enteras de cara a la extracción por parte de las industrias que han surgido para gestionar y contener a esta población excedentaria. A continuación, se examina la grave amenaza que el capital representa para la salud pública mundial, así como los escasos movimientos en todo el mundo que han desafiado con éxito la economía extractiva de la salud, destacando sobre todo el SPK (Sozialistisches Patientenkollektiv) surgido en el contexto del movimiento antipsiquiátrico y las visiones de la época sobre cómo debería evolucionar la práctica médica y psiquiátrica
En última instancia, sostienen Adler-Bolton y Vierkant, no conseguiremos derrotar al capitalismo hasta que separemos la salud del capital. Para ello será necesaria una nueva política radical de solidaridad que se centre en el excedente, basada en la comprensión de que no debemos basar el valor de la vida humana en la voluntad o la capacidad de ser productivo dentro de la economía política actual. Resulta, en fin, que el capital teme a la salud.