Filosofía y poesía, libro nacido en el exilio, ?en un otoño de indecible belleza', le permite a María Zambrano reflexionar sobre la clase de delirio que acompaña a toda palabra. El filósofo se empeña en poseerla. El poeta es su esclavo. Mientras la filosofía principia con una pregunta, la poesía se dirige, sin dar explicaciones, a una respuesta. Ambas aspiran a lo absoluto y se mueven hacia la revelación por vías no convergentes. En el recorrido de estas artes de la esencialidad, María Zambrano relaciona poesía con pensamiento, ética, mística y metafísica. [...] Finalmente, María Zambrano se pregunta: ?¿No será posible que algún día afortunado la poesía recoja todo lo que la filosofía sabe, todo lo que aprendió en su alejamiento y en su duda, para fijar lúcidamente y para todos su sueño?'. Tal vez hemos llegado a ese momento y el sueño ha logrado su fusión. Angelina Muñiz-Huberman