La pugna entre eI PSUC y la CNT, de diciembre de 1936 a mayo de 1937, fue un conflicto ideológico, pero ante todo el enfrentamiento de dos políticas opuestas de abastecimiento y gestión económica de la gran urbe barcelonesa.
Comorera, desde la Consejería de Abastos, priorizaba el poder del PSUC al abastecimiento del pan o la leche a la ciudad de Barcelona, mejor sin pan ni leche, que un pan y una leche suministrados por los comités revolucionarios y los sindicatos de la CNT. Hambre y penurias de los barceloneses eran el precio a pagar por el incremento del poder del PSUC y de la Generalidad, en detrimento de la CNT.
El PSUC, en una ciudad sometida a las penalidades y privaciones de la guerra, opuso la libertad de mercado a la racional distribución alimenticia realizada por los comités de abastos de las barriadas. El hambre de los trabajadores fue causada por la maniobra consciente de los partidos burgueses y contrarrevolucionarios, desde ERC hasta el PSUC, para debilitar y derrotar a los revolucionarios. A ese proceso le hemos denominado guerra del pan.
El desarme de los trabajadores era el objetivo fundamental de esos partidos. También los comités superiores libertarios vieron en los comités de barrio a sus peores enemigos, cuando éstos se negaron a acatar los decretos de desarme, pactados con el gobierno y el resto de organizaciones antifascistas.
A finales de abril, los comités de defensa de los barrios desbordaron a los comités superiores cenetistas. La insurrección de los trabajadores, en mayo de 1937, no fue derrotada militarmente, sino políticamente, cuando los líderes anarcosindicalistas dieron la orden de alto el fuego. El hambre y el desarme eran los dos objetivos necesarios para el inicio del proceso contrarrevolucionario, que desencadenó toda su fuerza represiva contra los militantes cenetistas y las minorías revolucionarias en el verano de 1937.
LA GUERRA DEL PAN
AUTOR/A
GUILLAMÓN IBORRA, AGUSTÍN
Agustín Guillamón (1950, Barcelona) es licenciado en Historia Contemporánea por la Univ. de Barcelona. Desde 1993 dirige la revista Balance. Cuadernos de historia, centrada en la historia del movimiento obrero revolucionario. Ha colaborado en la edición de las obras completas de Grandizo Munis. Tuvo una columna mensual, "Diccionari militant", en la revista Catalunya de CGT. Ha publicado numerosos libros, artículos y contribuciones sobre la revolución social española de 1936, destacando su tetralogía Hambre y violencia en la<BR>Barcelona revolucionaria compuesta por La revolución de los comités, de julio a diciembre de 1936; La guerra del pan, de diciembre de 1936 a mayo de 1937; Insurrección, las sangrientas jornadas del 3 al 7 de mayo de 1937 y La represión contra la CNT y los revolucionarios, de mayo a septiembre de 1937. <BR>Sus últimos libros son La Revolución Rusa, una interpretación crítica y libertaria, 2020,<BR>y Ecos y pasos perdidos de Juan García Oliver, 2021.