El coronavirus es un gran promotor del civismo. Ayer la policía intervino en Gijón en una casa en la que se juntaban veintiocho gitanos. Migrantes y gitanos. Gente que se toca todo el rato, que se abraza, que grita y mete ruido. El virus se contagia mucho más si gritas y te magreas. El civismo europeo, por el contrario, es de naturaleza silenciosa e individualista. Nada de apelotonarse o tocarse, nada de dar voces. Los cívicos agentes de las multinacionales firman desde su teléfono la destrucción de los humedales de toda una región. Se saludan con el codo mientras acaparan millones de hectáreas de una antigua colonia. Talan un bosque desde Londres, y plantan en él palma africana. Agujerean una montaña para abrir una mina. Deslocalizan en el Sur industrias distópicas que producen decenas de millones de cerdos y de pollos. Luego echan la culpa del origen del ébola y del coronavirus a los murciélagos y a los pangolines. Y miran con horror a esa gente que, venida de cualquier rincón del mundo, no sabe lo que es el civismo.
LA NUEVA NORMALIDAD
Audios del libro
AUTOR/A
ROMERO, EDUARDO
Eduardo Romero ha publicado dos libros en esta casa. Autobiografía de Manuel Martínez (2019) es una asombrosa crónica de esa generación de inadaptados sociales a los que la democracia española solo les dio a elegir entre la cárcel o el manicomio. Y En mar abierto (2021) es la historia coral de un vecindario atravesado por las fronteras. Además, Eduardo ha escrito numerosos libros dedicados a la crítica de la política migratoria, entre ellos: Quién invade a quién. Del colonialismo al II Plan África (2011) y Un deseo apasionado de trabajo más barato y servicial. Migraciones, fronteras y capitalismo (2010). También es autor del relato Naiyiria (2016), ilustrado por Amelia Celaya, y del librito en torno a la pandemia La nueva normalidad (2021).