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Un gran sabio dijo que el entendimiento no es cuestión de amplios conocimientos, sino de la capacidad de experimentar y vivir la vida. Marisol es una de esas personas tocadas por la intuición. Ella cuenta que su particular hora mágica 22:22 surgió de un momento especial en el que admiró una luna llena desde su ventana. Esa luna llena que le conectó con un número prodigioso, con los 22 senderos de la sabiduría, los 22 arcanos que le hacen saber que crea mientras habla, porque crea mientras piensa, en la consciencia de que todo está conectado y es parte del magnífico plan que supone la vida. Y ella tiene en su hombro la llave de su casa, como manantial que alimenta a toda su familia y como dijo Isaías 22:22, «y abrirá, y nadie cerrará; cerrará, y nadie abrirá...».