De la superación de la covid19 a los fondos NextGenerationUE, la lengua del poder propone una y otra vez el mantra del "retorno a la normalidad" como salida a una "crisis" que es ya la forma de gobierno. Porque hay que recordar que antes que la pandemia, fue la crisis de 2008 y con ella los recortes de servicios públicos que nos hubieran hecho falta; la explosión de la crisis de la vivienda; la profundización del modelo turístico y de la precariedad laboral; el trabajo infinito y mal repartido de los cuidados. ¿Dónde volver? Quizá mejor ¿dónde queremos ir?
Nos gusta pensar los libros que hemos publicado este año como pistas. Lo primero para hacer nuevo camino es desengancharnos de la idea de "progreso" capitalista-colonial y para ello necesitamos amigxs como bell hooks ("Teoría feminista"), Cedric Robinson ("Marxismo negro") o Michel Taussig ("El diablo y el fetichismo de la mercancía").
La normalidad capitalista siempre se construye contra otros, que deben quedar como estereotipo de lo Otro invicilizado para mayor gloria del sujeto productivo e individualista (Ismael Cortés y Patricia Caro en "Antigitanismo"). El empleo es de hecho lo que más "normaliza", y más todavía la ética del trabajo capitalista y familiarista (como desarrolla Kathi Weeks en "El problema del trabajo"). Desenganchar vida de salario, dignidad de empleo, trabajo de trabajo asalariado son caminos por andar, sin duda.
Pero hay que conocer antes el terreno a desbrozar, nuestras pistas este año han profundizado en la organización histórica capitalista de las naturalezas humanas y no humanas ("El capitalismo en la trama de la vida" de Jason Moore) y la historia de las ciudades como puntos de condensación de poder y resistencia ("Ciudades del poder" de Goran Therborn). También en las nuevas formas de posfascismo y su "sexualización del racismo" y "racialización del sexismo" funcionales a las necesidades capitalistas del momento ("Familia, raza y nación", editado por la Fundación de los Comunes). Un mapa descarnado de la frontera, el sexismo, el moralismo y la explotación no los han dado las trabajadoras sexuales ("Putas insolentes" de Juno Mac y Molly Smith).
A veces parece que el punto de llegada está más claro que cómo llegar. El problema de la organización es nuclear. Nos puede ser muy útil el análisis de las formas de lucha, clases, Estado y fascismo del siglo XX latinoamericano ("Horizontes de visibilidad" de Zavaleta Mercado) y de la construcción permanente de comunidades y comunes hasta nuestros días ("Reencantar el mundo" de Silvia Federici). También las reflexiones sobre las identidades y cómo hacer que sirvan a las alianzas y no a levantar muros ("Identidades mal entendidas" de Asad Haider).
"Los libros no van a salvarnos" dicen nuestrxs compas librerxs, no son suficiente, pero sí son pistas, puentes, máquinas del tiempo y teletransportadores, experiencias y años de estudio condensados... y serán útiles en la medida en que nos sirvan para componer junto a otr*s esas nociones comunes que nos permitan intervenir políticamente sobre nuestras realidades.
"Capitalismo y pandemias" (de Frank Molano) empieza con una cita de Arundhati Roy: "La pandemia... es un portal, una puerta entre un mundo y el siguiente. Podemos optar por cruzarlo arrastrando... nuestra avaricia, nuestos bancos de datos, nuestros cielos llenos de humo. O podemos atravesarlo caminando ligeros, con escaso equipaje, listos para imaginar otro mundo. Y para luchar por él".
Es hora de volver a la calle. Celebrar nuestro reencuentro. Honrar a los muertos. Construir otro futuro que no sea la normalidad de este sistema violento e injusto. Round 2021. Here we go.
** Más libros para construir juntos:
#CuarentenasDesiguales
#LuchasporlaVida
#Capitaloceno
#Contraofensiva
#NadaQueCelebrar, mucho que descolonizar(nos)